El trabajo general de un liquidador de sueldos es: pagar a los empleados y compilar la información de la nómina mediante la gestión de la preparación de nóminas, así como completar informes.

Entre otras, un liquidador de sueldos tiene estas responsabilidades de trabajo: la coordinación y la gestión de toda la función de la nómina; administrar y supervisar a los subordinados directos en el equipo de nómina; ayudar con la administración de nóminas; tener el control y la auditoría de todas las nóminas, asegurando el cumplimiento legislativo y los premios (cumplimiento tributario, jubilación, etc.); proyectos requeridos como la mejora continua y la normalización de las operaciones y los sistemas de nómina; manejar los programas de beneficios, como por ejemplo la jubilación o el médico si es aplicable; cálculo y pago de las indemnizaciones por despido (renuncia, jubilación, etc.); pago y conciliación de pagos de bonos, etc.